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xiste un amplio campo de estudio en la cosmética vegetal, y probablemente sea en las plantas medicinales donde se encuentre el futuro de la cosmética terapéutica y profiláctica.

Los productos del metabolismo humano tienen una composición, en muchos casos de probado analogismo con las sustancias activas de muchas plantas medicinales, motivo por el cual nuestro organismo tiene una mayor facilidad para asimilarlas; todo ello en contraposición con los productos de síntesis química, que suelen acarrear efectos secundarios indeseables, y que no sólo no tienen incidencia en la regeneración de células o tejidos, sino que pueden incluso ser causa de reacciones alérgicas tras un uso prolongado. Las sustancias vegetales que contienen taninos, hormonas, pigmentos, o antibióticos, producen por el contrario efectos terapéuticos si se aplican adecuadamente.

El estado y aspecto general de nuestro cuerpo, piel, cabellos, uñas, etc., viene determinado igualmente por el funcionamiento interno del organismo y metabolismo, así como el equilibrio hormonal y del sistema nervioso. Por tanto, condición indispensable para que la fitoterapia cosmética tengan efectos beneficiosos, es el que nuestro metabolismo tenga un correcto funcionamiento; la alimentación es punto clave en todo ello.

La aplicación de infusiones que actúan sobre el metabolismo mediante la regulación de las funciones digestivas y sistema neurovegetativo (jugos, extractos frescos, o decocciones de apio, bardana, etc.) y complementariamente un organismo relajado, la estabilidad psíquica y periodos de sueño largos y reposadores, contribuyen a la práctica de la buena salud, y son un buen comienzo como tratamiento cosmético. Ayudan a conseguir estos estados determinadas actividades, como los baños con extractos esenciales de plantas aromáticas, ejemplo de la manzanilla, pensamiento, tomillo, espliego, etc., sustancias éstas que contienen mucílagos, taninos, camazulenos y vitaminas; todas ellas producen individualmente o en su conjunto, efectos astringentes, y suavizantes sobre la epidermis; algunas de estas sustancias son además antisépticas y antibióticas, ejemplo de los azulenos y taninos, eficaces contra las infecciones de la epidermis (herpes, dermitis, etc). Algunas, como las vitaminas, tienen incluso efectos regenerativos (determinados frutos, bayas y hortalizas) cuando se utilizan como mascarillas. La manzanilla, gracias a su contenido en camazulenos ya citados, en una decocción a partes iguales con leche, es un excelente tratamiento para las manchas rojizas de la piel, además de reducir las irritaciones.

El espliego (al igual que un buen número de plantas medicinales), es abundante en mucílagos y taninos, que ejercen efectos astringentes y suavizantes sobre la epidermis

Existen en las esencias vegetales aplicaciones cosméticas muy concretas, como en la formación de las arrugas, bolsas bajo los ojos, orzuelos, pecas y manchas en la epidermis, caspa, etc. Veamos algunos ejemplos:

Arrugas: son útiles los aceites esenciales y tinturas procedentes del espliego y flores de romero. Estas tinturas pueden incluso conseguir reducir las arrugas ya existentes.

Hinchazón de párpados, bolsas bajo los ojos y orzuelos: son adecuadas las compresas frías y calientes alternativamente de salvia.

Pecas y manchas en la epidermis: vitaminas A (estimuladora de la regeneración de la epidermis) y C (reductora de la producción de pigmentos parduzcos en la epidermis) procedentes de jugos de frutas y hortalizas (limón, pepino, tomate, apio y rábano rusticano).

Cicatrización y regeneración de tejidos: pomada a base de alatoía de raíces de consuelda mayor.

Caída del cabello, cabellos grasos y caspa: líquido elaborado con decocciones o infusiones a base de sauce (aporte de ácido salicílico), fresno, raíz de saponaria (contiene gran cantidad de saponinas productoras de espuma), ácoro y ortiga. Si el cabello es extremadamente espeso se puede lavar con la siguiente solución: En 1/2 Kg. de alcohol verter 10 g. de extracto seco de bardana, ortiga y ácoro; dejar macerar 15 días, filtrar y añadir 50 g. de alcohol salicílico.

Aclarado de los cabellos: se puede conseguir este efecto lavándolos con manzanilla, raíz de bardana, ácoro y salvia.

La raíz de bardana en combinación con otras plantas, sirve para el aclarado de los cabellos

Oscurecimiento de los cabellos: se puede conseguir este efecto lavándolos con una solución elaborada de la siguiente forma: cortar conchas de nuez en trozos muy pequeños y cubrirlos con alcohol; macerar manteniéndolo a pleno sol hasta que se oscurezca el líquido; filtrar y mezclar a partes iguales con glicerina.

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